Toda meta complicada necesita un método para ser alcanzada, ¡el ahorro no iba a ser menos! A continuación nuestra seguidora Elena nos cuenta cómo con el método 25-50-25 logró no solo comprarse un coche sino también convertir el ahorro en hábito:

“Estaba muy agobiada porque necesitaba ahorrar para poder comprar un coche y no veía la manera. A pesar de que tengo un sueldo de 1.500 euros, no quería estar durante mucho tiempo pagando la financiación, porque no sé cuánto me durará este empleo, así que necesitaba un colchón antes de dar el paso.

En un primer momento barajé la opción de pedir un crédito, pero nunca me ha gustado la idea de tener deuda con los bancos.

Descartada esta alternativa y después de bucear por la red buscando otras opciones, encontré la regla del 25/50/25, con la que pude ahorrar 4.500 euros en un año sin dejar de hacer las cosas que me gustan, y por fin elegí el coche que quería.

Pero mi recompensa por aplicar el método no se redujo solo al coche. A día de hoy, sigo aplicándolo en mi rutina y disfrutando de los beneficios del ahorro.

¿En qué consiste la regla del 25/50/25?

Para poder ahorrar con esta regla hay que dividir las entradas mensuales de dinero en tres partes:

El 50% de los ingresos se destina a gastos fijos e imprescindibles como el alquiler de la casa, las compras en el supermercado, facturas de suministros o el transporte. En mi caso, aquí antes iba el bono del metro y los tickets del autobús, ahora la gasolina y lo que separo cada mes para pagar el seguro y el mantenimiento anual.

Mi consejo de cara a aumentar todavía más el ahorro es que, a mayores de seguir este método, una incorpore a su rutina hábitos para optimizar el consumo y reducir el gasto.

Otro 25% de los ingresos se destina al ahorro. Yo decidí, después de hacer un pequeño estudio de mercado entre las diferentes opciones, abrirme una cuenta de ahorro en la que metería ese dinero directamente al recibir la nómina.

Una vez abierta la cuenta, programé una transferencia periódica para que todos los meses se transfiriera esta cantidad a mi cuenta de ahorro directamente, ¡así evito tentaciones!

El 25% que queda es para ocio. Para ir al cine, al teatro, tomar algo con tus amigos, comprar ropa o cosméticos, hacer algún viajecito…

Es importante no descuidar estas actividades, que a mí me sirvieron para despejarme después de trabajar muy duro durante la semana.

Eso sí, aquí también se puede ahorrar sin echar nada en falta. Yo, me informé para sacar aún más partido al 25% que destino al ocio aprovechando promociones de agencias y aerolíneas para viajar, haciéndome socio de las marcas que más consumo, yendo al cine el día del espectador o comprando ropa de segunda mano en buen estado.

¿Por qué no lograba ahorrar?

Con la regla del 25/50/25 pude ahorrar 375 euros todos los meses sin esfuerzo. Aunque he llegado a cobrar más que en estos momentos, nunca conseguí ahorrar y estoy convencida de que no era porque “no me llegaba” (tal y como me autoengañaba a mí misma) sino porque no tenía el hábito.

Gracias a este dinero que pude ahorrar en un año, 4.500 euros, ahora estoy pagando mucho menos todos los meses por las mensualidades de mi coche, gracias a la cantidad que pude abonar en un principio.

Pero además, el método 25-50-25 continúa reinando en mi sueldo y vivo con una gran tranquilidad gracias a mi fondo de emergencias que no solo se nutre de lo ahorrado con el método sino también con lo que ahorro evitando gastos innecesarios.