Todos hemos escuchado de la hipoteca. Unos deben pagarla y otros van a pedir un crédito hipotecario. Pero ¿De qué se trata? ¿A qué se refieren todas estas personas?
Aquí te explicaremos de forma sencilla qué es una hipoteca, lo que conlleva tomar una y cuándo es prudente tomar la decisión de adquirir una.
¿Qué es una hipoteca?
Se trata de un acuerdo entre un prestamista y una persona. Es decir, alguien prestó dinero y se hace un acuerdo, entre quien prestó y la persona que lo recibió para que se pague, con los intereses impuestos, en un tiempo acordado. El prestamista casi siempre suele ser una entidad bancaria.
Como garantía de pago se ofrece el inmueble que se adquirirá con ese dinero.
De modo que, una hipoteca se compone de varios elementos: un capital, interés, plazo de devolución y la garantía hipotecaria.
El capital es la suma de dinero prestada que debe devolverse en cuotas o plazos fijos. Los intereses son los porcentajes extras de dinero que deben pagarse por la concesión del préstamo, puede ser fijo o variable.
Los plazos son los tiempos que dice el contrato para la devolución del dinero y la garantía hipotecaria es el valor del propio inmueble. Esto quiere decir que, en caso de no pagar, la entidad prestadora se queda con el inmueble adquirido.
Tú estás garantizando que no perderán el dinero que les prestaste, porque si no puedes pagarlo, ellos se quedarán con tu inmueble adquirido.
Condiciones de los créditos hipotecarios
Las condiciones de los créditos hipotecarios son adaptables y negociables. Por lo tanto, muchas personas piden información en distintos bancos para buscar la mejor opción.
Se recomienda estudiar las diferentes entidades bancarias de la zona, no quedarse con la de tu banco habitual.
De esa forma, puedes ahorrarte una cantidad de dinero importante, comprar mejores propiedades, ver las diferentes tasas de interés y los plazos de pago, que comúnmente suelen ser mensuales.
¿Qué debo saber al adquirir una hipoteca?
Debes tomar en cuenta los intereses moratorios, que suelen ser mayores a los que pagas por el crédito.
Se trata de porcentajes cobrados por el atraso de un pago en un préstamo. Suelen aplicarse cuando vence el plazo límite de pago establecido en el contrato. O sea, debes pagar un interés por retrasarte en los pagos.
Si no pagas, la entidad financiera podrá iniciar un juicio en el que podrías perder tu casa.
¿Qué cláusulas debo evitar al adquirir una hipoteca?
Debe leerse bien el contrato antes de considerar firmarlo, esto para evitar las consideradas cláusulas abusivas.
Una de ellas es la cláusula suelo, que limita los intereses variables a determinados porcentajes para que el cliente nunca pueda beneficiarse.
La cláusula de vencimiento anticipado, que permite que el banco finalice el contrato hipotecario y exija la devolución total del préstamo si el deudor incumple con los pagos de varias cuotas.
También deben evitarse los intereses abusivos, que son aquellos excesivos ante un préstamo.
Una hipoteca es un contrato que debe adquirirse con consciencia de todo. De modo que, si sientes que estás en la posición de pagarlo a largo plazo, tienes una estabilidad económica que lo permite y puedes hacerlo, es una buena opción.
Pero, de no ser así, puedes perder los inmuebles adquiridos. Así que, es una decisión que debe pensarse bien.